En tiempos de turbulencias económicas, crecimientos negativos, brusca desaceleración o deterioro del contexto económico (cualquier eufemismo con tal de no nombrar la tan manida y desmoralizante palabra presente 10 veces cada día en nuestras vidas) todo el mundo sabe que es básico – entre otras cosas – invertir en publicidad con el objetivo de destacar por encima de mi competencia. Y cuando digo todo el mundo, me refiero a que hablas con muchas personas ligadas al mundo empresarial y todos lo reconocen. Pero, claro, una cosa es saberlo y otra, por supuesto, obrar en consecuencia.
El asunto es que este hecho tan reconocido, no es cuestión de percepciones subjetivas, para comprobarlo basta con mirar al pasado y examinar los resultados de compañías que en épocas similares a la que vivimos, han apostado por aumentar su presupuesto en publicidad mientras otras, han decidido reducirlo.
Aquí van algunos ejemplos - extraídos del artículo “Como sacar provecho de la crisis” de Adriano Henriques publicado en Anuncios - muy ilustrativos:
En momentos como los que estamos viviendo, el consumidor se vuelve más infiel y cambiante, entre otras cosas porque se adapta a la situación y se replantea sus necesidades. Por ello, la cuota de presencia publicitaria provoca un efecto directo en la cuota de mercado. Y esto no lo digo yo, lo dice la historia.