En otros posts de nuestro blog, hemos enumerado aquellos aspectos de diseño, técnicos y funcionales que hay que tener en cuenta en el desarrollo de una página web: diseño y usabilidad centrada en los usuarios, responsividad -o versión móvil, si es el caso -, desarrollo SEO friendly, SSL…
Una vez resuelto todo lo anterior, cuando tenemos nuestra flamante web en el universo de internet ¿qué tenemos que hacer? Pues básicamente establecer nuestra estrategia, es decir, una hoja de ruta que nos permita alcanzar el propósito u objetivo principal por el cual hemos decidido crear nuestra web: conseguir leads o ventas directas –si tenemos una tienda online-.
Generalmente, dicha estrategia pasa por realizar todas las acciones digitales que nuestro presupuesto nos permite: SEO, SEM, gestión de contenido y publicidad en redes sociales, campañas de emailing, etc.
¿Y qué es lo que sucede habitualmente ?
Pues lo siguiente:
Nuestra recomendación, si se cumplen determinadas condiciones, es aplicar la metodología de Inbound marketing mediante una herramienta potente y fiable, que nos permita, si es posible, incorporar la información de los leads convertidos a clientes en nuestro CRM (Customer Relationship Management).
De acuerdo con la definición de Inboundcycle, el inbound marketing es una metodología que utiliza técnicas de marketing y publicidad (marketing de contenidos, SEO, social media marketing, publicidad en buscadores, analítica web y email marketing, entre otros) para conectar con los usuarios de una manera no intrusiva y aportándole valor.
Que la decisión de compra de mi producto/servicio requiera de un cierto análisis y estudio por parte de nuestro cliente. Por ejemplo, si nosotros vendemos coches, sabemos que nuestro cliente va a buscar información en internet sobre las distintas opciones de marcas, motores, opiniones de otras personas, etc.
Por tanto, si mi cliente, ya sea éste un negocio (B2B) o un cliente final (B2C), necesita reflexionar y buscar información en internet antes de comprar nuestro producto/servicio, entonces puedo aplicar esta metodología.
Es una metodología centrada en el cliente que requiere, antes de iniciarla, de un ejercicio denominado Buyer persona, donde analizamos cómo es nuestro cliente desde distintos puntos de vista:
Una vez que tenemos claro cómo es nuestro perfil de cliente, comenzamos a realizar acciones para conseguir que los potenciales clientes se conviertan en clientes y, posteriormente, en prescriptores de nuestra marca/producto/servicio. (Ver gráfico 1)
Gráfico 1:
A partir de aquí, comenzamos a planificar y a ejecutar distintas tácticas en cada fase del embudo (Ver gráfico 2) pues nuestros potenciales clientes, en su proceso de compra, pasan por dichas fases. Según en la fase en la que éstos se encuentren, sus necesidades y demandas, cambian. Y, por tanto, las acciones que realizamos para comunicarnos y contactar con ellos, también.
Gráfico 2.
Para llevar a cabo tanto la planificación como la ejecución de estas acciones, necesitamos una herramienta que nos ayude a rastrear y registrar cada movimiento. Tal y como hemos dicho anteriormente, necesitamos saber en qué fase se encuentran nuestros potenciales clientes y, lanzar cada acción, en el momento oportuno.
Por tanto, si buscas realizar un planteamiento global, holístico y ordenado de tu estrategia digital poniendo el foco en el cliente, aportándole valor y haciendo un seguimiento completo del mismo, te recomendamos que apliques la metodología inbound y comiences a trabajarla sobre una herramienta que te permita llevarla a cabo.
¿Te gustaría conocer cómo trabajamos esta metodología con algunos de nuestros clientes? Llámanos, estaremos encantados de atenderte.